Seguimos compartiendo con vosotros nuestras experiencias, tanto internas como externas a Spindle y a nuestros clientes. No siempre son fáciles de explicar porque desafían las leyes de la racionalidad… a menos que se nos hayan escapado algunos descubrimientos científicos, tal vez cuánticos (si es así, ¡estaríamos encantados de conocerlos!). Lo que sigue sin duda hablará a los empresarios y otros trabajadores autónomos que ya han experimentado este tipo de situación, probablemente también a unos pocos gerentes asalariados, porque esto también se aplica a ellos.
Una definición de Denis Cellier resume el comienzo de nuestra historia: ” La suerte es la reacción del entorno externo a tu coherencia interior “. Un concepto probado por 22 años de espíritu emprendedor (este es el activo de los dos fundadores de Spindle…. 44 en total por lo tanto!): cuando las razones de ser de los líderes de una Organización están extremadamente alineadas con la razón de ser de su Organización, cuando sienten que están en el lugar que les corresponde y, por lo tanto, que existe una congruencia entre lo que son y lo que hacen, su visión del modelo de negocio y las ambiciones de su empresa, entonces se produce un fenómeno observable y siempre sorprendente: El entorno externo, los clientes y otras partes interesadas reaccionan positivamente, los pedidos se aceleran, las interacciones se vuelven fluidas, los obstáculos disminuyen o incluso desaparecen….
Otra condición necesaria es el compartir y la apropiación, y por lo tanto la co-construcción, de esta visión por parte del equipo directivo y luego de toda la Organización… les recordamos que “lo que no contribuye no se apropia”, un principio ampliamente probado por las neurociencias y mucho antes por un tal Sr. Piaget, y muchos de sus colegas, en particular Malcolm Knowles (1), experto en andragogía (cómo aprenden los adultos, por lo tanto, modifican sus mapas y acciones mentales)….
Pues bien, me direis que se trata de principios intemporales, conocidos por algunos de vosotros desde hace mucho tiempo…. Entonces, ¿cómo afectaría esto más a las Organizaciones hoy que ayer?
Porque nuestro entorno se ha vuelto más complejo, interactivo, incierto, y por lo tanto más difícil de entender y sobre todo de predecir… la buena noticia es que en lugar de intentar controlar, en vano, a los demás (empleados, proveedores, clientes…), ahora es más eficaz trabajar sobre sí mismo, sobre el lugar que le corresponde y sobre el de su Organización, para asegurar el “Fit4Org”, la adecuación entre los valores de los principales actores y los de la Organización, el “Fit4Role” de cada persona con los roles de los que uno es responsable. Como recordatorio, un rol es un ladrillo más pequeño que una función que permite más autonomía y competencia (las ovejas de cinco patas todavía no existen…), más flexibilidad también ya que es tan fácil crearlas, modificarlas, reasignarlas a otras personas, etc.
Es cierto que esto requiere un cambio de hábitos y actitudes para muchos directivos y empresarios: de un movimiento centrífugo, en su versión “Actuemos sobre los demás”, a un movimiento centrípeto “Trabajemos sobre nosotros mismos”, que no es el más frecuente dentro de los Comités de Dirección. Sin embargo, es posible y es nuestra vida diaria en Spindle guiar a los equipos directivos para que hagan esta transformación, para que al final de cada “sprint” de 3 o 6 meses reajusten sus prioridades para ellos mismos y para toda la Organización, para que actualicen regularmente sus razones de ser y sus creencias. Y como tenemos un alto valor de congruencia, también lo practicamos en casa.
¿Y qué te hace querer poner energía en tu trabajo todos los días? ¿Tu organización? ¿Qué le faltaría al mundo si esta Organización no existiera? Dos preguntas para meditar tranquilamente, sin forzar, en verano deambulando mentalmente……
(1) Sobre este tema, aprovechamos esta oportunidad para aconsejarles que lean un libro de referencia internacional escrito, luego enriquecido, por este autor y otros: “The adult learner”.