¿Cómo debemos proceder para tener éxito con el desconfinamiento, en concreto? Una buena pregunta que están analizando en estos momentos todos los directivos. El mundo de mañana ya no es el de antes del confinamiento ni tampoco el del confinamiento, que tenía la ventaja de generar cierta comodidad, con su escudo protector y sus normas estrictas dictadas por el Estado.
Entramos en una «nueva normalidad» en la que las reglas del juego, los puntos de referencia y los rituales deben ser configurados por cada organización y luego reconfigurados según sea necesario. ¡Bienvenidos a un momento de gran incertidumbre y, por lo tanto, de enorme complejidad! Olvidémonos de las creencias, los procedimientos y los hábitos. Es hora de experimentar, observar, actualizar, iterar… Digamos adiós al pensamiento analítico, lineal y dominante, que separa y racionaliza; adoptemos el pensamiento sistemático, en bucle, que conecta (¡es un buen momento para releer a Edgar Morin!). Porque una decisión tomada en un ámbito tiene numerosas consecuencias, que no se pueden prever ni imaginar, en otros ámbitos.
Después de haber organizado talleres sobre estas cuestiones en los últimos días, me complace compartir con vosotros las preguntas de los directivos con los que he tenido el placer de intercambiar ideas y el reflejo de sus dudas y sus miedos, así como sus primeras pistas y mis principios clave, ya que alrededor de una barra, aunque sea virtual, se suelen decir cosas de forma más auténtica que alrededor de la mesa de un comité directivo.
- Las preguntas y los miedos subyacentes de los directivos de las empresas y las organizaciones públicas
- ¿Cómo se debe proceder para que los empleados vuelvan a trabajar en las instalaciones de forma serena?
- ¿Cómo se puede volver a trabajar bien durante los próximos meses (recuperar un buen nivel de productividad)?
- ¿Cómo se puede recuperar el ritmo sin caer en el desgaste profesional? Porque algunas personas no han podido disfrutar de un día entero de descanso o de tranquilidad en 8 semanas…
- ¿Cómo se puede volver a crear un colectivo y devolver la motivación y la inspiración?
- ¿Cómo se puede conseguir que todo el mundo participe? En particular, los «relegados por falta de herramientas o por limitaciones parentales» y aquellos cuyos asuntos ya no eran prioritarios. ¿Cómo se debe actuar con aquellos cuyas funciones han resultado ser innecesarias?¿Y las profesiones desvalorizadas de antes que han pasado a ser tan importantes?
- ¿Cómo se puede sacar provecho de lo que se ha implementado durante el confinamiento sin volver a caer en los errores de ayer?
- ¿Cómo se puede hacer que nuestros gerentes intermediarios «vuelvan al juego» después de haberlos «sorteado» trabajando directamente con sus colaboradores?
- ¿Cómo se debe actuar ante nuestros propios miedos y los de nuestros equipos? Porque los sondeos indican que 2/3 de los empleados tienen miedo de este desconfinamiento. Algunos no quieren volver a la oficina, mientras que otros sueñan con ello para escapar por fin del encierro solitario, de las cargas familiares o incluso de sus có Así pues, parece que el 40% de entre nosotros optaría por un confinamiento solitario la próxima vez y que el 10 % tiene previsto separarse. Porque esta crisis, como las demás, actúa como una lupa de aumento de comportamientos y emociones preexistentes y latentes.
- Las soluciones posibles para navegar por un momento de gran incertidumbre
Ante tantas preguntas, las posibles soluciones son numerosas y bastante similares de una conversación a otra y de una organización a otra, como consecuencia de que el sentido común y el pragmatismo parecen haberse apoderado de repente de una gran cantidad de directivos adormecidos estos últimos años en la comodidad de sus hábitos, creencias o temores. A continuación, se muestra un revoltijo de buenas prácticas y posturas a mantener. Os ahorro las soluciones implementadas para garantizar la seguridad sanitaria de los empleados, debido a que ya se conocen y se difunden ampliamente en los medios.
- «Pasar el duelo del mundo anterior».
- «No se podrá continuar en modo de gestión de la crisis = directivo, es necesario escuchar realmente y ser participativo».
- «Humildad, confianza en uno mismo y en los equipos».
- «Reuniones cortas, frecuentes y eficientes con todo el mundo puntualmente, y un proceso a seguir».
- «Teletrabajo, evidentemente, con mayor frecuencia, varias veces a la semana cuando sea posible».
- «Procedimientos simplificados y reducidos, desmaterialización».
- «Comunicación focalizada, personificada y personalizada».
- «Atreverse a decir que algo no se sabe o que una decisión podrá modificarse, o incluso revertirse, si es necesario».
- «Seguir dando autonomía y valorando los roles ú
- «Experimentar y dar(se) el derecho a equivocarse».
- «Entrelazar exigencia e indulgencia».
- Y algunos principios clave basados en más de 20 años de prácticas y estudios míos sobre la «navegación en momentos de gran incertidumbre»
- Los datos de ayer son falsos, los de hoy son muy inciertos y los de mañana son inexistentes.
- Por lo tanto, aceptemos que no sabemos, cojamos la linterna y exploremos, experimentemos, observemos lo que ocurre en realidad y fijémonos como objetivo la capacidad de adaptarnos en lugar de la excelencia.
- Dejemos de querer preverlo todo, presupuestar, controlar y «reportar».
- Más bien, fijémonos algunos puntos de referencia en la tormenta y comuniquémonos periódicamente en torno a una razón de ser movilizadora, que conlleve si es posible una gran utilidad y un mundo mejor, dotada de una historia auténtica y personificada, y estrategias dinámicas, es decir, prioridades con las que pueda alinearse cada empleado.
- Prioricemos organizaciones en flotilla de pequeños barcos en lugar de en modo transatlá
- Recordemos que el miedo es más contagioso que la Covid-19 y que en la materia tranquilizar da miedo y brindar la palabra tranquiliza.
- Por último, quiero compartir algunos lemas que son valiosos para brindar con los compañeros o para los días de gran aflicción: «Solo se puede actuar sobre lo que depende de uno mismo», «Detrás de cada restricción hay al menos dos oportunidades» y, en cualquier caso, «Aquel que actúa es quien tiene la razón».
Buen desconfinamiento a todas y a todos. ¡Nos vemos pronto alrededor de una barra de verdad!